lunes, 14 de mayo de 2012

Aventura en la Riviera Maya!!!

Hola a todos!!

Hoy os voy a hablar de la aventura que tuvimos, hace un par de años, 6 amigos durante el viaje fin de carrera en la Riviera Maya.

Después de mucho buscar y preguntarnos a donde iríamos de viaje de fin de carrera, al final acabamos eligiendo la Riviera Maya, con una oferta sensacional, de 1150 euros por 8 días y 7 noches en el hotel Riu Yucatán,todo incluido , a pie de playa al lado del precioso pueblo de Playa del Carmen.


Nada más llegar al aeropuerto, nos llevamos un buen susto. Al buscar los autobuses de la agencia de viajes para ir a los hoteles, nuestros nombres no aparecían en las listas del Riu Yucatán. Después de estar protestando y buscando en todas las listas de los hoteles, nos llegó una gran noticia: Al estar completo el Riu Yucatán, nos habían hecho un "upgrade" al hotel Riu Palace Riviera Maya, de 5 estrellas superior. La cosa no empezaba mal: Dispensador de licores en la habitación que se cambiaba todos los días, servicio de habitaciones incluido las 24 h, acceso a cualquier hotel de la cadena...







Hasta este punto, nada que fuera distinto a cualquier otro viaje al caribe a un todo incluido. La verdadera aventura empezaría un par de días después.  Además de estar disfrutando de las playas y los cockteles todo el día, también nos apetecía hacer excursiones y conocer uno de los sitios clásicos de la Riviera Maya, Chichén-Itzá. Pero no queríamos ir en las típicas excursiones guiadas, en las que un autobús te recoge muy temprano por la mañana, recorres 20 hoteles recogiendo más gente, luego te llevan a los sitios deprisa y corriendo y al final no disfrutas como se merece. Así que entonces nos planteamos, a propuesta de una de las chicas del viaje, las más aventurera (o inconsciente,jajaja), el alquilar un coche e ir nosotros a nuestro ritmo.

Nos acercamos al mostrador del rent-a-car del hotel, para preguntar si disponían de un coche de 6 plazas y cuanto costaba. Tenía una Chrysler Voyager, y al principio nos pidió 200 $, pero como no nos veía muy convencidos, y las excursiones costaban unos 50$ por persona, para que no tuviéramos dudas y alquiláramos el coche, nos lo dejo en 130$, un auténtico chollo la verdad. Por tanto, al día siguiente a las 08:00 nos darían el coche e iniciaríamos nuestra excursión. Para no comprar bocatas, y ya que teníamos room service 24h, pedimos 2 sandwiches de pollo cada uno, nachos y patatas, y junto con las bebidas de la habitación las metimos en la mochila y nos dispusimos a iniciar el viaje.

Por recomendación del encargado del rent-a-car, nos dijo que el camino más bonito era bajando hacia Tulum, y antes de llegar coger la carretera hacia Valladolid,y de ahí teníamos que continuar hasta Chichen-Itza. A la vuelta teníamos que coger la autopista hacia Cancún, y de allí otra autopista hacia Playa de Carmen y llegar al hotel. En total más de 500 km que me tendría que hacer en un día, ya que yo era el único conductor experimentado y que se ofreció para conducir, porque me encanta conducir en sitios desconocidos.Nos comentó que no volviéramos muy tarde, y que de noche solo condujéramos por autopistas, que no fuéramos por carreteras secundarias.



Ver mapa más grande


El primer tramo transcurría paralelo al mar, aunque a mucha distancia y separados del mar por una espesa selva. Cada cierto tiempo se veían las entradas bien arregladas de los hoteles, y al otro lado, zonas industriales y pueblos donde trabajan y viven las personas que dan servicio a los hoteles. Hasta entonces el camino era muy bueno, autopistas bastante decentes. Una vez tuvimos que coger la carretera hacia Valladolid la cosa ya empezó a cambiar. Ahora circulábamos por una carretera estrecha, de doble sentido, si arcén, y rodeada a ambos lados por una espesa selva. Además, parecía que hubieran bombardeado la zona de la cantidad de baches que había en la carretera.
Normales
Desafío Total???











Fue una pequeña tortura estar más de una hora y media por esta carretera, parecía que no iba a acabar nunca, pero al final llegamos a la civilización. a Valladolid, una ciudad bastante bonita y que todavía conserva restos de la arquitectura colonial.





Por fin llegamos a Chichén-Itzá, y allí, nada más llegar, se nos abalanzaron un montón de guías turísticos que nos ofrecían sus servicios. Después de regatear un poco, contratamos a uno y nos hizo una buena visita por todos los monumentos de Chichén-Itzá: El templo de Kukulcán (que tenía la función de calendario, y en el equinoccio de primavera, los mayas pensaban que el espíritu de Kukulcán, representado por una serpiente, bajaba de los cielos por la pirámide. Los mayas diseñaron la pirámide de tal forma que ese día, en el momento exacto del equinoccio, los rayos del sol y la sombra que producen en la pirámide simularan la forma de la serpiente bajando), el observatorio, la cancha de juego de la pelota, el cenote sagrado....
La verdad es que merece la pena verlo, y después, comprar algún recuerdo en el mercadillo que se forma, otra vez, como no, regateando mucho, y no dejándose embaucar a la primera. Me hizo mucha gracia que a los españoles,lo primero que nos decían, aparte de que solo timaban a los franceses y yankees, era: "todo mas barato que en corte inglés".





La visita estuvo muy bien, aunque hacía un calor infernal. Eran las 16:30, y como pensábamos que íbamos bien de tiempo, decidimos hacer una parada para refrescarnos en un cenote. Un cenote es un hundimiento en forma de circulo en la roca calcárea, que puede ser abierto, cerrado o parcialmente cerrado, en el que confluyen aguas subterráneas y se forman estanques mas o menos profundos (algunos de más de 70m de profundidad) en los que los turistas se pueden bañar y refrescar. Se estaba tan a gusto en ese agua fresquita, que nos quedamos más rato del que debimos, y empezamos a volver al hotel sobre las seis de la tarde.

Íbamos de camino hacia la autopista a Cancún, cuando en un cruce bastante lioso, nos confudimos y fuimos a parar a una carretera secundaria que transcurría paralela a la autopista y se dirigía también a Cancún. En el mapa parecía que había accesos a la autopista en unos 35 kilómetros. Al no poder dar la vuelta en la carretera, al ser de doble sentido y muy estrecha con muchos coches circulando,decidimos continuar por la carretera hasta la autopista a pesar de que ya estaba oscureciendo del todo, o si encontrábamos antes un pueblo donde dar la vuelta, volveríamos a la autopista. Pasamos los 35 km, y donde pensábamos que estaba la incorporación a la autopista, en realidad había un puente por el que la autopista pasaba por encima de nosotros, sin posibilidad de incorporarnos. No podíamos dar la vuelta, porque venían muchos coches, y el pueblo más cercano estaba a unos 50 km, así, que desoyendo los consejos que nos dieron, nos encontrábamos obligados a circular de noche por una carretera secundaria, en mitad de la selva, y que cada vez más se alejaba de la autopista, aunque al final llegara al mismo punto.

Y si la carretera de antes que iba en mitad de la selva era incómoda, esta era igual, estrecha, cercada por selva, llena de baches,si iluminación y con el agravante, de que todos los coches y camiones que circulaban en sentido opuesto, llevaban siempre las luces largas!!!yo les hacía un cambio de luces por si no se habían dado cuenta, pero ni caso, no había manera, ellos seguían igual y había momentos en los que me cegaban tanto los focos, que apenas veía por donde íbamos. De hecho, en una de estas ocasiones, a punto estuvimos de atropellar a un ciclista con su remolque que iba completamente a oscuras!!
El camino era una tortura para la vista y para la tensión, pues estaba bastante nervioso cada vez que nos cruzábamos con un coche, y más aun si era un camión.




Así seguimos un buen tramo, sin encontrarnos pueblos, hasta pasados muchos kilómetros en los que,muy espaciados, aparecían de vez en cuando algún que otro pueblo. La verdad es que estábamos bastante asustados, por que los pueblos tenían muy mala pinta, nos imaginábamos pueblos de narcos mexicanos, y en un momento que por la suciedad del cristal parecía que salía humo del motor, casi nos da un infarto por poder habernos quedado allí tirados, sin ayuda, con gente chunga por los alrededores...

Por suerte no pasó nada, pero cuando ya nos habíamos calmado, de repente, en un pueblo, un militar nos hace detener el coche. Se acerca a mi ventanilla para pedirme la documentación, y cuando miro hacia ese lado, observo un regimiento de unos 15 soldados, todos con sus ametralladoras agarradas bien con sus manos!! Todos mis amigos se acojonaron y casi les da un vuelco el corazón, pero yo, del estrés que tenía de tanto conducir, y lo cansado que estaba, prácticamente les ignoré y solo le pregunté que si ibamos bien a Cancún, que nos habíamos perdido y no pudimos coger la autopista. Todavía me acuerdo de la cara que me puso el tío, como diciendo: "estos están chalaos, que coño hacen por aquí perdidos".

Poco después llegamos a la civilización, avistamos Cancún y allí,no sin perdernos otro rato y callejear por la ciudad, encontramos la autopista hacia Playa del Carmen. Ya no tuvimos ningún problema para llegar al hotel, y después de más de 5 horas seguidas conduciendo de noche medio perdidos, por fin entramos a las habitaciones y celebramos nuestra llegada sanos y salvos brindando y bebiendo como se merecía!!!

Todavía hoy, tres años después, nos seguimos acordando de esta excursión, y aunque a ratos lo pasamos mal, no dudaría ni un momento en repetirla tal cual, y volver a circular por nuestra siniestra carretera secundaria, la Federal 180!!!

Espero que os haya gustado esta aventura, ya en la próxima entrada os hablaré de la excursión que hicimos a Cobá y Tulum, pero esta vez con conductor privado!!!

2 comentarios:

  1. Por Dios !!!!
    Qué ganas de vacaciones...
    Entretenida e interesante la aventura. Ahora ya teneis una curiosa anécdota que contar a vuestros nietos...

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    1. jajaja,si, estuvo divertida!!

      Te has fijado en la foto de las señales de tráfico?no te recuerda una a la película Desafío Total?

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